Aunque a veces puede no ser tan claro, en las primeras etapas del emprendimiento, especialmente entre que se genera la idea y el proceso de incorporación de la empresa, hay una serie de cuestiones legales que es necesario abordar.
Los equipos fundadores muchas veces tienden a aplazar decisiones de relevancia jurídica para etapas posteriores (por ejemplo los porcentajes de participación en que se dividirá la empresa). Otras veces se comete el error de no plasmar por escrito algún acuerdo sobre el que se conversó en alguna reunión de equipo, o no tomar las medidas necesarias para proteger aquello que le da valor al negocio.
Esto puede ocurrir por una serie de razones, como desconocimiento, falta de tiempo o falta de recursos, sobre todo cuando se emprende en modalidad “bootstraping”. Estas omisiones pueden generar consecuencias jurídicas perjudiciales más adelante en el camino, lo que hará necesario incurrir en mayores gastos en honorarios de abogados y en una inmensa perdida de valioso tiempo en el momento en que es necesario generar tracción.
En el camino nos podemos encontrar con problemas cómo:
- Falla en la asignación de propiedad intelectual o industrial: En el comienzo el principal valor del emprendimiento estará principalmente en su equipo y en sus intangibles (propiedad intelectual e industrial) como el código del software desarrollado, la imagen y diseño de la plataforma, las funcionalidades únicas y diferenciadoras, un algoritmo etc. Si no hay claridad sobre quien es el propietario de estos intangibles a la hora de vender la empresa, invitar a un inversionista a financiar el negocio, o incluso al ofrecer un licenciamiento del producto, se puede simplemente perder la oportunidad de cerrar el negocio.
- No establecer un itinerario de vesting: Con mayor frecuencia de lo que uno cree se generan entre los fundadores diferencias insalvables que hacen que uno de ellos abandone la sociedad. Esta situación puede generar que un gran porcentaje de la empresa quede “tomada” en caso de que ese fundador no quiera vender o devolver su participación. Esta es la principal razón para establecer un itinerario (en el acuerdo de fundadores o la constitución) mediante el cual los socios vayan adquiriendo su porcentaje correspondiente de participación en la empresa por parcialidades a medida que se cumplan ciertos plazos o metas. De esta forma se genera un incentivo para permanecer en el emprendimiento y en caso de conflicto, la parte de la participación que aún no ha sido adquirida por el fundador se puede ofrecer a otra persona con el objeto de reemplazar al socio retirado.
- No realizar un análisis de riesgos legales de la industria: Otro problema recurrente, es no incluir en la evaluación del proyecto un análisis de las posibles contingencias legales que traerá aparejada la aplicación del modelo de negocios. Hay que tener en cuenta que la regulación en el 99% de las situaciones va un paso más atrás que el mercado, lo que es mucho más evidente en industrias innovadoras. Por ello, en caso de sospechar que la legislación actual podría chocar de alguna forma con el proyecto, o simplemente no regula sobre las situaciones que el emprendimiento busca resolver, es altamente recomendable solicitar la opinión legal de un especialista. Si bien esto no resuelve el problema en sí, servirá para dar tranquilidad a clientes e inversionistas de que el negocio es viable.
Es importante poder evaluar todos estos temas y no dejarlos pasar al momento de emprender ya que muchas veces las ventas y el día a día no permiten tomar en cuenta puntos relevantes como los enunciados anteriormente.
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Santiago Henríquez C. Abogado.
Foto: Sylvain Guiheneuc (CC0)
Entrada originalmente publicada en el Blog de Broota, Crowdfunding y Red Latinoamericana de Emprendimientos.