Imagino que muchos emprendedores a estas alturas habrán escuchado hablar de este tipo de Sociedad. Y ya les habrán comentado que es la forma social adecuada para constituir la empresa si están pensando en formar un Startup. Pero verdaderamente cuales son las ventajas de la SpA frente a otras formas sociales.

Para entender detengámonos brevemente en lo que entendemos por Startup y en la forma en que se desarrollará en el tiempo en un escenario ideal.

Startups son empresas que tienen un alto potencial de crecimiento acelerado, que tendrán la posibilidad de internacionalizar sus operaciones (ya que atienden necesidades globales) y que sean capaces de hacer crecer los beneficios sin reinvertir en infraestructuras al mismo nivel que aumentan los ingresos.

En un ejemplo numérico son empresas que deben invertir 100 para vender 200, y luego deben invertir 5 o 10 (en vez de 100), para vender 200 adicionales.

Los mejores ejemplos de este tipo de empresas son aquellas que prestan un servicio basado en software, ya que luego de la inversión inicial en el desarrollo solo deben vender, vender, adaptar el software y luego seguir vendiendo. Otros ejemplos son aplicaciones tecnológicas o reinvención de procesos aplicables globalmente.

No quiero decir que esto sea algo fácil de lograr, si no más bien describir someramente y en muy pocas palabras lo que está detrás de los modelos escalables.

A su vez, todo emprendedor sabe que el equipo fundador es clave, y como hemos visto, la participación en el negocio es el principal incentivo que tienen los startups para atraer talento. Esto hace necesario poder disponer fácilmente de la participación en la empresa.

Además, en la práctica este tipo de negocios se evalúa, por lo general, sobre horizontes de 4 años, tiempo en el cual los fundadores deberán trabajar intensamente para lograr varias cosas: obtener el financiamiento (Ángel o a través de Fondos Públicos) para generar el prototipo o producto mínimo viable (MVP), luego tracción, ventas y posiblemente inyecciones de capital adicionales para financiar el proceso de escalar.

¿Que significa esto desde el punto de vista legal? Que será necesario tener una estructura que permita la mayor flexibilidad posible. La única sociedad que otorga esta flexibilidad es la Sociedad por Acciones, por las siguientes razones:

Como el nombre lo indica, es una sociedad donde la participación se divide en acciones: Esto permite que los fundadores comprometan sus esfuerzos en desarrollar el negocio a cambio de una participación accionaria. Y aún más, permite generar incentivos para la permanencia de los socios, (o para que la salida de uno de ellos no produzca perjuicios graves), mediante estructuras de Vesting. De forma análoga permite la atracción de talentos mediante el otorgamiento de opciones de adquisición de participación (stock options) por parte de los ejecutivos, mentores, asesores o colaboradores de la empresa.

Permite elegir libremente la forma de administración: Una de las características que debe tener un Startup es agilidad (al menos al comienzo). Esta agilidad puede lograrse estableciendo una estructura administrativa liviana (un administrador con plenas facultades o dos administradores que se dividen las funciones, pero que no requieran actuar conjuntamente). Cabe señalar que esto puede cambiar durante la vida de la empresa y muy probablemente al momento de recibir inversión, ya que los inversionistas querrán tener voz en la administración por lo que exigirán la conformación de un directorio.

Facilidad para reformar los estatutos: La SpA fue creada por la llamada Ley de Mercado de Valores II, la que entre otras cosas introdujo modificaciones al Código de Comercio el año 2007. Una de las novedades en este tipo de sociedad es que la ley permite obviar varias de las formalidades propias de la Sociedad Anónima a la hora de tratar una reforma de estatutos. Esto le da la posibilidad a los fundadores y a quienes se vayan incorporando a la sociedad en el camino de modificar e implementar cambios en la sociedad con facilidad.

Obviamente esto no es una regla aplicable a todo emprendimiento, por lo que es necesario analizarlo caso a caso.

Santiago Henriquez C., Abogado

Foto: Samuel Zeller (CC0)