Al acceder a un sitio web, muchas veces estos recogen datos del usuario, sea a través de acciones del propio usuario como lo son el registro en la página, registro para membresía, contenido que se comparte, posteos, etc. o bien por medio de “cookies”, estos son dispositivos informáticos (código http) que el sitio envía al usuario y se almacena en su computador. Las cookies permiten almacenar pedazos de información que recuerdan algunos comportamientos del usuario dentro del sitio, lo que permite que su navegación sea más rápida y fluida.
Sin embargo, hay veces en que el usuario comparte con el sitio información sensible o que simplemente no quiere divulgar o que esta sea utilizada de cualquier forma por terceros.
Es por ello que los sitios, con el fin de hacer público el trato que se da a esta información, implementan políticas de privacidad. De este modo, el usuario que ingresa a un sitio o se registra en él o suscribe un contrato, como lo es el de Términos y Condiciones, tienen la posibilidad de entrar en pleno conocimiento de los derechos, prohibiciones y límites que el sitio que recoge estos datos tiene respecto de la información que recibe.
Las políticas de privacidad no son exclusivas del ámbito informático (más precisamente de internet) pues podrían asimilarse a un anexo o cláusula de un contrato como lo sería un acuerdo de confidencialidad (NDA). Sin embargo en este breve artículo nos abocaremos a las Políticas de Privacidad que se anexan a los Términos y Condiciones de los sitios web.
Estas políticas normalmente ponen a disposición del usuario qué datos pueden ser recogidos por el sitio y cómo estos serán tratados, por ejemplo, nombre, RUT, pasaporte u otra forma de identificación, edad, sexo, contenido que se visita, contenido que se comparte, contenido que se genera, etc. y también (el cómo) si esta información es susceptible de ser compartida a terceras personas, para fines de publicidad, bases de datos, análisis de tráfico, estadísticas del contenido al que se accede, publica y comparte, etc.
Como es de esperarse, el Derecho aplicable en el caso de conflicto entre el usuario y la administración del sitio, es un área gris, dado que dependiendo del país donde está el servidor o donde está basada la empresa, que aloja al sitio web será aplicable una u otra Legislación. Comúnmente en las políticas de privacidad se estipula una cláusula que señala a qué Derecho nacional se sujetará la interpretación de dichas políticas, su cumplimiento y la resolución de eventuales conflictos. En Chile este tema está regulado por la Ley Nº 19.628 Sobre Protección de Datos de Carácter Personal.
Una buena política de privacidad entre otras cosas, es aquella que, si bien es una práctica común que se puedan cambiar unilateralmente los términos de ella (por parte del sitio o servidor), se obliga a notificar a sus usuarios de los cambios con un tiempo razonable para que estos puedan decidir si quieren continuar adhiriendo a ellas o rechazarlas, borrando de esta manera cualquier rastro de información que el sitio aloje respecto del usuario.
Francisco Mulatti F. Abogado
Foto: Bogdan Dada